Desde tiempos antiguos se reconoce como única fuente de agua potable la lluvia o el agua de pozos profundos. Hace unos 4.000 años existían sistemas en la antigua Palestina y Grecia para recoger la lluvia. Incluso los romanos, con su sistema de acueductos, complementaban su abastecimiento con cisternas individuales y patios pavimentados para recoger el agua de lluvia. En nuestro país, y más específicamente en la península de Yucatán, los mayas precolombinos usaban un Chultún, un sistema de captación y almacenamiento pluvial compuesto de una cámara subterránea en forma de una botella que se construía en lugares donde no existían cenotes naturales. En Chetumal, la capital del Estado de Quintana Roo, a principios del siglo pasado se acumulaba el agua de lluvia para el consumo doméstico en aljibes conocidos como curvatos, construidos con madera de cedro.
Actualmente, la recolección de agua de lluvia ha vuelto a cobrar importancia ya que es un agua extremadamente limpia en comparación con las otras fuentes de agua dulce disponibles. Además de ser un recurso esencialmente gratuito y totalmente independiente de las compañías suministradoras, precisa una infraestructura bastante sencilla para su captación, almacenamiento y distribución.
No hay ninguna razón por la que no se pueda beber el agua de lluvia. Salvo en zonas urbanas donde existe la posibilidad de que se contamine por acción de la polución ambiental causada por la industrialización, la densidad poblacional y los gases liberados por el combustible de los automóviles.
Hay millones de personas en el mundo en desarrollo que harían bien en tomar agua de lluvia en lugar de agua de sus ríos y lagos que están contaminados. Con un poco de cuidado en su recolección les daría un suministro estable de agua potable.
La idea de que el agua potable apta para el consumo humano pueda agotarse es una realidad. La contaminación y el uso indiscriminado de este recurso ha ido terminando con las fuentes naturales de agua disponibles, ocasionando que los acuíferos en casi todas partes del mundo sean sobreexplotados. Tan solo en México el 58% del agua extraída del subsuelo se hace de acuíferos sobreexplotados, según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Sumado a la sequía, producida por el cambio climático causado por el calentamiento global.
En la Riviera Maya contamos con una empresa local que se dedica a la recolección del agua de lluvia utilizando en su proceso de elaboración los más eficientes y rigurosos métodos de filtración para asegurarse que el agua no pierda sus cualidades naturales, su energía viva y su excelente pH 7.3 natural. Al ser captada antes de tocar el suelo en la hermosa selva tropical del Caribe, es más limpia y pura que cualquier agua comercial. Luego se pasa por diferentes métodos de filtración: Filtro Vórtex, Filtro Flotante, Filtro de Sedimentos, Filtro Carbón Activado, y ósmosis Inversa. A través de la ozonización (Ozono (O3)) se consigue desinfectar naturalmente y sin químicos dañinos para la salud y almacenar el agua purificada libre de contaminación microbiológica por largos periodos de tiempo. Además, su proceso de desinfección antes de ser envasada, aprobado por la FDA de Estados Unidos, asegura la destrucción del 99.99% de los microorganismos dañinos sin la necesidad de agregar químicos o cambiar el sabor u olor del agua.
Beneficios de consumir el agua de lluvia
Es sustentable: ya que es una verdadera solución al problema del desabastecimiento de agua.
La implementación de este sistema permanecerá para las generaciones futuras, sin comprometer el medio ambiente, la economía, la comunidad o el espacio donde se instala.
El agua es de gran calidad físico-química: pues no tiene residuos de químicos como cloro ni de cal, aunque no se recomienda su consumo directo puedes usarla para regar plantas, para lavar ropa, y en la limpieza del hogar.
Podrás tener agua en época de sequía: si utilizas un sistema de captación pluvial podrás resolver el problema del abastecimiento del agua en tu hogar de forma permanente y almacenarla hasta que la necesites.
Baja inversión de larga duración: se requiere una inversión inicial bastante económica, no consume electricidad ni ningún otro tipo de combustible, siendo sostenible, sustentable y amable con el medio ambiente.
Reduce inundaciones y erosión: cuando tienes un sistema de captación pluvial, el agua de lluvia se canaliza hacia un tanque de almacenamiento que evita que llegue al suelo y arrastre la vegetación.
Conscientes de las virtudes que nos brinda, en el Restaurante Fuegos de Xul-Ha (ubicado en Xul-Ha Eco-Habitat), en la Ruta de los Cenotes, y en Unico Beach, en Puerto Morelos, se ofrece el agua de lluvia purificada Sky Ha’ Rainwater, un producto artesanal 100% sustentable que cumple con todos los requisitos y calificaciones de pureza a nivel internacional.
Fuentes: rotoplas.com.mx – wikipedia.org – iagua.es