Tradicionalmente los cuencos tibetanos se empleaban para la meditación y la sanación en los monasterios de monjes del Himalaya.
Actualmente son muy utilizados en la meditación porque provocan sonidos únicos y ricos en armonía que son capaces de llevar a un estado absoluto de bienestar y paz, alterando positivamente nuestros chakras. Además de modificar nuestras ondas cerebrales, ayudándonos a entrar en otros niveles de conciencia, donde son posibles los estados de sanación a nivel físico, psíquico, emocional y espiritual.
La terapia consiste en que el paciente se recueste con los ojos cerrados mientras el terapeuta golpea y frota con una baqueta de madera los cuencos, produciendo una gama de sonidos que guardan una relación armónica entre sí. Las vibraciones recorren nuestra columna vertebral y nuestro sistema nervioso para llegar a cada órgano y célula, armonizando todo nuestro cuerpo.
Los Cuencos Tibetanos están compuestos por una aleación de siete metales: plata, oro, mercurio, estaño, plomo, cobre y hierro, y forjados de forma artesanal. Los sonidos varían en función del manejo de la baqueta y las características del recipiente.
También en esta terapia se pueden utilizar cuencos de cuarzo.
Beneficios: restaura el equilibrio, quita bloqueos, estimula el correcto fluir de la energía y le recuerda a cada célula volver a vibrar armoniosamente, favoreciendo la recuperación del estado natural de salud en todos los niveles. Reduce el estrés e incentiva la creatividad. Cada sesión tiene una duración de entre 60 y 90 minutos.
