Por: Cristóbal C. Carrión H.
“Del océano obtenemos al menos el 50% del oxígeno que respiramos; también nos brinda alimento, energía y humedad. Paradójicamente, el océano nos da vida y nosotros le regresamos lo peor: basura y contaminación”.
Cada 8 de junio, el mundo conmemora el Día Mundial de los Océanos, una fecha establecida por la ONU para recordarnos su vital importancia. Desde la regulación del clima hasta la provisión de alimentos, los océanos son el corazón azul del planeta.
En México, esta celebración tiene especial relevancia: contamos con más territorio marino que terrestre. Nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE), que se extiende hasta 370 km desde la costa, suma unos 3.15 millones de km², frente a 1.96 millones de km² de tierra firme. Somos una nación marítima con costas en el Pacífico y el Atlántico.
Quintana Roo, por su parte, cuenta con unos 133,197 km² de ZEE, casi tres veces más que sus 44,705 km² de superficie terrestre. Estos datos evidencian la importancia de proteger nuestros mares.
Los océanos cubren más del 70% de la superficie del planeta, generan al menos el 50% del oxígeno y albergan más del 80% de la biodiversidad. Son fuente de sustento para más de 3 mil millones de personas. Pero enfrentan amenazas graves: contaminación plástica, sobrepesca, cambio climático y acidificación. El 90% de las grandes especies marinas están mermadas y el 50% de los arrecifes de coral, destruidos.
En la Riviera Maya, el mar es un ecosistema complejo: arrecifes, pastos marinos y manglares forman redes vitales. El arrecife Mesoamericano, el segundo más grande del mundo, está frente a nuestras costas, pero enfrenta riesgos por el calentamiento del agua, el turismo no regulado y la basura que llega desde tierra.

¿Qué acciones concretas podemos tomar?
• Eliminar plásticos de un solo uso y el UNICEL, prohibido en Quintana Roo.
• Participar en limpiezas o evitar dejar basura en la costa.
• Apoyar el turismo responsable con servicios certificados.
• Usar bloqueadores biodegradables, sin oxibenzona ni octinoxato.
• Informarse y compartir: la educación ambiental es clave.
En Quintana Roo, colectivos, empresas y ciudadanos impulsan acciones como Playa Platino, limpiezas comunitarias y programas contra el plástico. El cambio es posible con voluntad.
Este 8 de junio, celebremos los océanos con hechos. El Caribe nos regala su abundancia cada día; protegerlo es responsabilidad de todos.